Mario Laserna rector de la Universidad Nacional

(1958-1960)

Punto de inflexión y oportunidad de paz para el país
a partir de la educación

Mario Laserna se desempeñó como rector de la Universidad Nacional de Colombia entre 1958 y 1960. La llegada a este cargo tiene un largo antecedente que se remonta en un primer momento a la fundación de la Universidad de los Andes y en un segundo momento a la renuncia en 1955 de Alberto Lleras como rector de la misma. Para Laserna, la asonada del Bogotazo el 9 de abril de 1948 y el recrudecimiento de la violencia en el país por motivos políticos a finales de los años cuarenta ocurrieron por la crisis de liderazgo y falta de criterio de la dirigencia colombiana para encausar adecuadamente los destinos del país en pleno proceso de transformación social.

El tránsito de país campesino, aldeano y agrícola a país que se urbanizaba e industrializaba asaltó a los líderes del país fuera de lugar para enfrentar esta compleja coyuntura, y en cambio, los halló enfrentados en banales disputas por el control del Estado y el botín burocrático. El bienestar o el progreso general del país era por entonces un asunto secundario. Esto lo atribuía el fundador de Los Andes a la mala formación de los dirigentes y a la poca preparación para enfrentar la modernización del país, un problema cuya solución tomaría tiempo siempre y cuando se ajustara el modelo de universidad donde deberían formarse esos dirigentes. Lo que al menos se podía lograr a corto plazo, para mantener viva la nueva Universidad en medio de la confrontación política violenta en tal coyuntura, era neutralizar las causas de la discordia. Por eso se definió para empezar, que el cuerpo directivo se conformara acogiendo el principio de paridad, es decir, mitad conservadores y mitad liberales, procurando además que se obtuviera a través de ambas partes una representación de todas las regiones del país. Sin embargo, para todos los directivos era claro que en la Universidad de los Andes estaba prohibido hacer proselitismo político y que la Universidad no se podía usar como fortín político. Fue un experimento temprano de la futura fórmula del Frente Nacional que inspiró al rector Alberto Lleras (1954-1955). 

 En atención a lo anterior, Lleras renunció a la Rectoría de Los Andes para liderar la oposición a la dictadura del general Gustavo Rojas (1953-1957). El primer triunfo político del expresidente liberal fue la firma en 1956 del Pacto de Benidorm (España), tregua acordada con el conservador Laureano Gómez. De esto se derivó el paro nacional del 10 de mayo de 1957 que provocó la renuncia del dictador y la convocatoria a un Plebiscito el 1° de diciembre del mismo año, para ratificar los acuerdos del denominado Frente Nacional que establecía la alternancia de los partidos Liberal y Conservador en el poder ejecutivo durante 16 años, la fórmula de la paridad en la repartija de los cargos públicos y la destinación del 10% del presupuesto nacional a la educación. 

 Las elecciones de 1958 dieron como ganador al expresidente y exrector de Los Andes, Lleras. Uno de los primeros actos de su gobierno fue postular a la Consiliatura –máxima instancia directiva de la Universidad Nacional– a Mario Laserna. Una vez elegido entre todos los candidatos propuestos al cargo, en consideración a su perfil académico como matemático, al éxito de la universidad que había fundado diez años antes, la experiencia y conocimientos sobre educación superior en Colombia, Estados Unidos y Europa, y a su simpatía por el Frente Nacional para asegurar la pacificación del país, el recién nombrado rector, suspendió transitoriamente sus estudios de postgrado y de idioma alemán en Heidelberg y viajó a Colombia.  

 Una vez en el cargo Mario Laserna fue llamado el “rector del Frente Nacional”. A la edad de 35 años recibía una organización con 27 facultades, escuelas e institutos, 32 carreras, 6.000 estudiantes aproximadamente, 170 profesores de tiempo completo o dedicación exclusiva (que aumentaron a 221 en 1960), 159 de medio tiempo y 746 de cátedra. Mil empleados se ocupaban de las labores administrativas. Contaba con sedes o facultades en Medellín (Escuela o Facultad de Minas, Escuela de Agricultura o Facultad de Agronomía), Palmira (Facultad de Agronomía) y Manizales (Facultad de Ingeniería), una rica pero desordenada biblioteca con casi 48.000 títulos y con la Ciudad Universitaria en Bogotá todavía en construcción. 

En acuerdo con la Consiliatura y el Gobierno Nacional, Laserna debía sacar el Alma Mater de la crisis y retomar el proceso de modernización interna iniciado en 1936. El pesado ambiente político y el mal momento de la Nacional lo evidenciaba la alta rotación de rectores: cinco en 1957 y tres en 1958, además de un militar impuesto por la dictadura. Era obsoleta para responder a los cambios que exigía la transformación económica, demográfica y social del país. Laserna la definía como “refractaria a las transformaciones nacionales […] atrás del progreso, aislada, sorda y ciega”. Requería una profunda reforma. Laserna planteó:  

“En la docencia es necesario distinguir dos grandes ramas: primeramente, aquella docencia que tiene por fin capacitar al estudiante para ejercer una profesión, ya sea la medicina, la ingeniería, la economía, el derecho o cualquiera profesión de aquellas en que imparte un título de idoneidad la Universidad. Segundo, la preparación del universitario para el cumplimiento de una actividad cívica y humana que le permita actuar en forma positiva asumiendo la responsabilidad que la organización nacional exige, prestando así un servicio a la orientación y manejo de los destinos nacionales. 

 Se hace necesario que el estudiante tome una participación más activa en la adquisición del saber, tanto teórico como práctico, que ha de servirle para un posterior ejercicio profesional. Esta participación más activa, de acuerdo con el criterio moderno sobre la materia requiere una división racional del trabajo evitando los pénsumes sobrecargados ya sea en horas de clase o en número de materias. Por otra parte, deben existir programas de estudio detallados, que permitan al profesor responsabilizar al estudiante de la preparación de cada clase por medio de la lectura o del trabajo individual sobre problemas y ejercicios.  

 Con relación a las materias de educación general, introducir como obligatorias, dentro de cada pénsum y para ser cursadas en el primer año, las cátedras de Humanidades, Castellano e Inglés, con intensidad horaria semanal de 4, 2 y 5 horas, respectivamente.  

 Crear tres grandes bloques académicos dentro de la Universidad Nacional: 1º el de las Ciencias Biológicas y afines, que abarca Medicina, Odontología, Psicología, Agronomía, Farmacia y Medicina Veterinaria. 2º El de las Ciencias Físicas y Matemáticas, que abarca Ingeniería, Química, Arquitectura, Matemáticas y Geología. Y [3º] él de las Ciencias Sociales y de la Cultura, que abarca Derecho, Economía, Filosofía, Conservatorio, Bellas Artes y Ciencias de la Educación. 

 Establecer como una sección académica y administrativamente autónoma de la Universidad, una Facultad o Escuela de Artes y Ciencias, que dicte la mayor parte de los cursos básicos que comprenden los dos primeros años… Con esta nueva entidad se solucionaría en buena parte el problema del excesivo número de estudiantes que fracasan en los dos primeros años, ya sea por falta de docencia adecuada a sus capacidades y antecedentes, o una precipitada escogencia en su interés profesional. 

 Las relaciones con el alumnado se deben desarrollar dentro de las normas estatutarias, siendo empeño de las actuales directivas permanecer en continuo contacto con las directivas estudiantiles y con el estudiantado en general” (Laserna Pinzón, Mario. Informe anual del rector 1959. Universidad Nacional de Colombia, Imprenta Nacional, Bogotá, 1960, pp. 14-20).   

En un ambiente complejo y con la oposición de sectores del conservatismo, especialmente del denominado laureanismo, de la izquierda marxista radicalizada por el triunfo de la revolución cubana y el tenso ambiente de la Guerra Fría, Laserna fue tildado de “norteamericanizar” la universidad pública al introducir una organización basada en facultades. También por “departamentalizar” la actividad docente e investigativa bajo un esquema interdisciplinario, entendiendo la universidad como un enjambre interconectado de facultades e institutos que colaboraban coordinadamente para cumplir la misión de la universidad (formar, investigar, responder a las  necesidades del país y contribuir al análisis y solución de sus problemas) y no como un archipiélago de escuelas desconectadas y autónomas repitiendo actividades y cursos desarticulados entre sí y divorciada de las demandas del país. También introdujo la formación general obligatoria en los dos primeros años para estudiantes de todas las carreras, el fortalecimiento de Economía, la creación del programa de Sociología, el impulso a la investigación en todas las disciplinas, el fortalecimiento e institucionalización de los estudios de Música, Teatro y Artes Plásticas, etc. Debido a su renuncia en 1960, los rectores Montufar y Patiño conocedores de la propuesta de Laserna (1959), procederían a implementarla.

Algunos sucesos relevantes durante la rectoría de Mario Laserna en la Universidad Nacional fueron ampliamente cubiertos por la prensa, que divulgó entrevistas, polémicas, artículos, caricaturas y fotografías. Aquí se incluyen algunas a continuación: 

 

“– ¿Cómo diste con la proporción que tendrán los conservadores en el Ministerio? –Por el método de… DESCARTES”. El Espectador, Bogotá, 24 de abril de 1960

Caricatura de Osuna, “– ¿Cómo diste con la proporción que tendrán los conservadores en el Ministerio? –Por el método de… DESCARTES”. El Espectador, Bogotá, 24 de abril de 1960. 

Caricatura de Osuna, El Espectador, Bogotá, 29 de abril de 1960

Caricatura de Osuna, “Los profesores de Arquitectura: –No les volvemos a enseñar…, y eso para que aprendan!”. El Espectador, Bogotá, 29 de abril de 1960.

Naranjal, caricatura de Picón. El Siglo, Bogotá, 30 de abril de 1960

Naranjal Mario Laserna Caricatura

Naranjal, caricatura de Picón. Tiene un árbol con las iniciales UN (Universidad Nacional) y en la fruta más grande a punto de caer está el rostro de Mario Laserna ante la mirada sonriente del recolector (¿Oposición laureanista?). Abajo la leyenda: “El cosechero: - No me explico por qué esta no se ha caído siendo la más madura…”. El Siglo, Bogotá, 30 de abril de 1960.

El paso de Mario Laserna por la rectoría de la Universidad Nacional estuvo marcado por momentos de tensión y de gran relevancia para Colombia

Comentario a la caricatura de Osuna, "- ¿Cómo diste con la proporción que tendrán los conservadores en el Ministerio? -Por el método de... DESCARTES”. El Espectador, Bogotá, 24 de abril de 1960: la tesis paritaria del Frente Nacional, es decir, repartición de cargos burocráticos por partes iguales para cada partido, es usada para representar a Mario Laserna como matemático del Partido Conservador escribiendo fórmulas en un tablero donde se pueden leer los nombres de Alzate, Pabón y Ospina, pero en forma velada, se observa con mayor frecuencia la expresión “Laur”. “Colombia estaba gobernada por un presidente liberal, nombrado por Laureano Gómez y, por lo tanto, en deuda con él”. Se afirma que los laureanistas eran los más beneficiados entre los conservadores, con la repartija de cargos. Era un secreto a voces. (Henderson, James D. La modernización en Colombia. Los años de Laureano Gómez, 1889-1965. Editorial Universidad de Antioquia Facultad de Ciencias Humanas y económicas Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, 2006).

Los conflictos con profesores y estudiantes también se hicieron presentes en la rectoría de Mario Laserna

Comentario a la caricatura de Osuna, "Los profesores de Arquitectura: -No les volvemos a enseñar..., y eso para que aprendan!". El Espectador, Bogotá, 29 de abril de 1960: registra el conflicto entre estudiantes y profesores de la Facultad de Arquitectura en la Universidad Nacional. Varios alumnos se quejaron del trato severo de algunos profesores, entre ellos algunos de los más célebres y emblemáticos de la Universidad como el “Chuli” Martínez. Laserna les dio en parte la razón y reconvino a los maestros. Como represalia, varios profesores renunciaron. Por estos días Mario viajó en misión del gobierno Lleras Camargo a Washington. Dejó en su ausencia a un rector y un decano encargado en la Facultad con quienes la situación se agravó. Al final los profesores se reintegraron y la verdad es que la dureza de los profesores se solidificó: “para que aprendan!”

Comentario a la caricatura de Picón, Naranjal: “El cosechero: - No me explico por qué esta no se ha caído siendo la más madura...”. El Siglo, Bogotá, 30 de abril de 1960: Mario Laserna duró más como rector de lo que todos esperaban. A la fecha de publicación de esa caricatura llevaba 20 meses en el cargo, en que sorteó 2 ruidosas huelgas: la de Economía a finales de 1958 (infiltrada por el grupo estudiantil extremista del MOEC y liderado por el líder estudiantil y futuro guerrillero Antonio María Larrota) y la de Arquitectura a principios de 1960, una profunda reforma, muchos ataques de los partidos políticos por no complacerlos con cuotas burocráticas y las del movimiento estudiantil opositor al Frente Nacional, radicalizado después del triunfo de la revolución cubana.

“El rector LASERNA: “Hoy me he quedado solo”, dando cuenta de los conflictos en varias facultades. La revista Semana (No. 696 del 5 al 11 de mayo de 1960)

La revista Semana (No. 696 del 5 al 11 de mayo de 1960) dedicó su carátula al rector Mario Laserna, subtitulando “El rector LASERNA: “Hoy me he quedado solo”, dando cuenta de los conflictos en varias facultades.

Revista Semana, No. 696 del 5 al 11 de mayo de 1960

Revista Semana, No. 696 del 5 al 11 de mayo de 1960.

El Siglo, Bogotá, 30 de abril de 1960

“El cosechero: - No me explico por qué esta no se ha caído siendo la más madura…”. El Siglo, Bogotá, 30 de abril de 1960.

Impresiones de estudiantes de la Universidad Nacional

Acerca del Frente Nacional

El Frente Nacional fue un acuerdo de paz entre los partidos Liberal y Conservador. Alberto Lleras Camargo y Laureano Gómez fueron los voceros, respectivamente, de cada uno de los partidos. En medio de un ambiente de confrontación civil y un tenso clima político que precedió a la crisis del régimen dictatorial de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957), se gestaba una alianza para retornar a la democracia y garantizar una paz duradera a partir de la alternancia de ambos partidos en el poder ejecutivo durante cuatro periodos presidenciales (1958-1974). 

En julio de 1956 se llevó a cabo la firma del Pacto de Benidorm (España). Posteriormente se convocó a un paro cívico nacional el 10 de mayo de 1957, que logró la renuncia del dictador, que una Junta Militar gobernara de manera transitoria con el compromiso de convocar a elecciones y que, mediante un Plebiscito el primero de diciembre de 1957, fuera avalada una reforma constitucional para legitimar el Frente Nacional o acuerdo de paz entre los partidos Liberal y Conservador. 

Mario Laserna entrega al expresidente Alberto Lleras Camargo, la rectoría de la Universidad de los Andes en 1954

Mario Laserna entrega al expresidente Alberto Lleras Camargo, la rectoría de la Universidad de los Andes en 1954 (Fot. Universidad de los Andes). 

Posesión de Alberto Lleras Camargo como rector de la Universidad de los Andes, en ceremonia celebrada en el Teatro Colón en 1954

Posesión de Alberto Lleras Camargo como rector de la Universidad de los Andes, en ceremonia celebrada en el Teatro Colón en 1954, en que además se graduó la primera promoción de estudiantes. 

Acerca de Alberto Lleras Camargo

Alberto Lleras Camargo (Bogotá 1906-1990) fue el encargado de liderar el Plebiscito de 1957 en el que los colombianos aprobaron la creación del Frente Nacional (FN), con el que se esperaba que, mediante la repartición de cargos burocráticos por partes iguales para cada partido y una alternancia del poder, se dejara a un lado la violencia en el debate político del país. Además, también se acordó dedicar al menos el 10% del presupuesto nacional a la educación. 

El liberal Lleras Camargo fue presidente por segunda vez en el periodo de 1958 a 1962. En este regreso al mando tendría la distinción de convertirse en el primer presidente del FN.

Como líder del Frente Nacional y presidente de la República, propuso ante la Consiliatura, máximo consejo de gobierno de la Universidad Nacional, a Mario Laserna como uno de los candidatos para la rectoría. La Consiliatura eligió a Mario y luego de su nombramiento la prensa le dio el título de “Rector del Frente Nacional”. 

Homenaje a Alfonso López Pumarejo 

Refundador de la Universidad Nacional

“El Frente Nacional es antes que todo (…) una campaña educativa que trata de luchar contra los viejos prejuicios que, durante muchos años, algo más de un siglo, han llevado a los colombianos a los estadios de la guerra civil y han ensangrentado los campos de la patria” (Abel Naranjo Villegas, ministro de Educación de Colombia, 1959- 1960).

La tregua y pacificación pregonada por el Frente Nacional fue una alternativa con la que se buscaba estabilizar el violento entorno político colombiano mediante la alternancia en el poder presidencial de liberales y conservadores. La Universidad Nacional de Colombia debía contribuir con la materialización de la propuesta en el campo de la educación.

Así es que reorganizar el principal centro educativo del país se encomendó al joven Mario Laserna quien, con solo 35 años, asume el cargo público más emblemático del entorno académico colombiano. Aunque Mario Laserna contaba con las credenciales suficientes para liderar la universidad pública más grande del país, esto no fue suficiente para afrontar la crisis que tuvo en 1960. El rector lidió con la renuncia colectiva de los profesores de Arquitectura después de que la Consiliatura decidiera ceder a la presión de grupos estudiantiles, enardecidos desde el año anterior con el triunfo de la Revolución cubana, buscaron instaurar un cogobierno estudiantil en la UN (Semana, No. 696, Bogotá, 5 de mayo de 1960, p. 9) y contar con una participación más activa en la orientación académica y el gobierno de la Universidad. 

“Ensalada rusa y crisis del carácter”, en: Semana, No. 696, Bogotá, mayo 5 de 1960, p. 9. 

Mario Laserna (al fondo) encabezando como rector una de sus últimas reuniones de la Consiliatura en la UN. Jaime Jaramillo, Secretario General de la Universidad lo recoge en sus Memorias Intelectuales (2007) Mario Laserna (al fondo) encabezando como rector una de sus últimas reuniones de la Consiliatura en la UN. Jaime Jaramillo, Secretario General de la Universidad lo recoge en sus Memorias Intelectuales (2007)

Mario Laserna (al fondo) encabezando como rector una de sus últimas reuniones de la Consiliatura en la UN. Jaime Jaramillo, secretario General de la Universidad, anota en sus Memorias intelectuales (2007), que “La rectoría de Mario Laserna no fue fácil ni tranquila”.

Primera página de El Siglo, 2 de abril de 1960. Alberto Lleras Camargo, líder del FN, propuso a Mario Laserna como uno de los candidatos para la Rectoría a la Consiliatura, máximo consejo de la Universidad Nacional Primera página de El Siglo, 2 de abril de 1960. Alberto Lleras Camargo, líder del FN, propuso a Mario Laserna como uno de los candidatos para la Rectoría a la Consiliatura, máximo consejo de la Universidad Nacional

Primera página de El Siglo, 2 de abril de 1960. Alberto Lleras Camargo, líder del FN, propuso a Mario Laserna como uno de los candidatos para la Rectoría a la Consiliatura, máximo consejo de la Universidad Nacional. La Consiliatura elige a Mario y luego de su nombramiento la prensa le dio el título de “Rector del Frente Nacional”.

Llegada del expresidente Alfonso López Pumarejo a la Cafetería Central de Estudiantes de la Universidad Nacional. (Aproximación a Alfonso López. Testimonios para una biografía. Tomo II. Banco de la República, Bogotá. 1986)

Llegada del expresidente Alfonso López Pumarejo a la Cafetería Central de Estudiantes de la Universidad Nacional. Lo acompañan (primera fila a la izquierda) el embajador en Gran Bretaña Alfredo Vásquez Carrizosa, Berta Hernández y su esposo el expresidente Mariano Ospina. A su derecha el expresidente Eduardo Santos y su esposa Lorencita Villegas, Mario Laserna de espaldas (Noguera Mendoza, Aníbal. Aproximación a Alfonso López. Testimonios para una biografía. Tomo II. Banco de la República, Bogotá. 1986).

Mario Laserna junto a Laureano Goméz y Alfonso López Pumarejo (estos últimos dándose la mano)

Mario Laserna no oculta su asombro al ver al expresidente conservador Laureano Gómez, estirando su brazo para tomar la mano de Alfonso López Pumarejo, su archirrival político durante muchos años.

A la derecha, el expresidente Darío Echandía, uno de los artífices de la modernización de la Universidad Nacional durante el gobierno de López (Foto: Colección Universidad de los Andes).

Durante la rectoría se llevó a cabo un acto de alta trascendencia nacional. Alfonso López Pumarejo fue invitado a un homenaje que tuvo lugar en la Universidad Nacional, en reconocimiento a su labor como refundador de esa institución (1936). Mario Laserna fue el encargado de gestar, junto con Jaime Jaramillo Uribe y el presidente Alberto Lleras Camargo, el título Honoris Causa que le fue entregado el 5 de mayo de 1959. 

En el campus de la Universidad, conocido como Ciudad Universitaria, en un espacio de fuerte carga simbólica como la Cafetería Central de Estudiantes, fue entregado el reconocimiento al expresidente López (1934-1938 y 1942-1945). 

En medio de este homenaje, Mario Laserna tuvo la oportunidad de contemplar, desde un privilegiado lugar y con una mirada atónita, el momento en que Laureano Gómez estrecha la mano de su legendario rival, Alfonso López Pumarejo.

“El  hecho  de  estrecharle  la  mano  a  López  Pumarejo  fue,  en  realidad,  el  acto  de  un  vencedor  que  felicita  al  oponente  al  que  ha  vencido.  Quizá  fue  el  momento  más  satisfactorio  de  Laureano  Gómez  en  la  política  colombiana”  (Henderson,  2006,  p.  613).

Henderson, James D. (2006). La modernización en Colombia. Los años de Laureano Gómez, 1889-1965. Editorial Universidad de Antioquia, Facultad de Ciencias Humanas y económicas Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, p. 613. 

Alfonso López Pumarejo desde su gobierno, llamado de la “Revolución en Marcha” fue reconocido como uno de los actores políticos encargados de promover la modernización de la educación en Colombia. Como refundador de la Universidad Nacional contribuyó a fomentar su autonomía académica durante su primer periodo presidencial (1934 y 1938).


Durante la agenda del homenaje, el extenso discurso de López Pumarejo, resumiendo su larga trayectoria personal y política, fue un punto central. Este sería el último que pronunciaría en público porque falleció en Londres 6 meses después, cuando se desempeñaba como embajador de Colombia.

En el momento en que Alfonso López Pumarejo ingresó al recinto donde se llevaría a cabo su homenaje “(absolutamente colmado), que contaba con la presencia del presidente Alberto Lleras Camargo, fue recibido con una larga ovación. Abrió el acto el rector Mario Laserna con un breve discurso. Contestó el doctor López con una extensa y emotiva intervención” (Jaramillo Uribe, Memorias intelectuales, 2007).

Jaramillo Uribe, Jaime. (2007). Memorias intelectuales. Taurus, Bogotá, p. 159. 

Último discurso de López Pumarejo en la Universidad Nacional (Noguera Mendoza, Aníbal. Aproximación a Alfonso López. Testimonios para una biografía. Tomo II. Banco de la República, Bogotá, 1986)

Último discurso de López Pumarejo en la Universidad Nacional (Noguera Mendoza, Aníbal. Aproximación a Alfonso López. Testimonios para una biografía. Tomo II. Banco de la República, Bogotá, 1986)

El presidente de la República Alberto Lleras, el expresidente Alfonso López y Mario Laserna dialogan animadamente en la Cafetería Central de Estudiantes de la Ciudad Universitaria

El presidente de la República Alberto Lleras, el expresidente Alfonso López y Mario Laserna dialogan animadamente en la Cafetería Central de Estudiantes de la Ciudad Universitaria, después del homenaje al expresidente (Foto: Colección Universidad de los Andes). 

Alfonso López, Mario Laserna y Laureano Gómez en el homenaje y entrega de título Honoris Causa en la Cafetería Central de Estudiantes en la Ciudad Universitaria (Aproximación a Alfonso López. Testimonios para una biografía. Tomo II. Banco de la República, Bogotá, 1986)

Alfonso López, Mario Laserna y Laureano Gómez en el homenaje y entrega de título Honoris Causa en la Cafetería Central de Estudiantes en la Ciudad Universitaria (Tomado de: Noguera Mendoza, Aníbal. Aproximación a Alfonso López. Testimonios para una biografía. Tomo II. Banco de la República, Bogotá, 1986)

Debido al “carácter verdaderamente nacional, sin matices partidistas” (Jaramillo Uribe, Memorias intelectuales, 2007) es que se decide invitar a Laureano Gómez al homenaje hecho a Alfonso López Pumarejo. Así, aunque Gómez y López fueron adversarios políticos durante más de 20 años, su presencia en este evento contribuyó a fomentar el espíritu que abogaba por que el Frente Nacional se convirtiera en una campaña educativa, en la cual la Universidad Nacional debía tomar un papel fundamental para luchar contra los viejos prejuicios y la violencia en Colombia.
 
Jaramillo Uribe, Jaime. (2007). Memorias intelectuales. Taurus, Bogotá, p. 159. 

Honoris Causa 
López Pumarejo

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