Saga Uniandes
Mario Laserna: el fundador

Mario Laserna funda oficialmente la Universidad de los Andes el 16 de noviembre de 1948. Su propuesta, inspirada en el modelo anglosajón, planteaba un centro de estudios alejado de la influencia del Estado y de la Iglesia, sostenido económica y académicamente mediante filantropía, una organización basada en facultades y departamentos y en capacidad de brindar una sólida formación humanística en todos los programas de estudio. Este modelo lo consideraba como la mejor alternativa para enfrentar las demandas de la modernización que experimentaba Colombia, caracterizada a mediados del siglo XX, por un acelerado proceso de industrialización y urbanización que ocurría en medio de la polarización política entre los dos principales partidos, el liberal y el conservador, causante de una sangrienta violencia.

Mario Laserna también proponía contribuir a superar la brecha entre Colombia y los países industrializados en materia científica y técnica. Para lograrlo buscó estrechar los lazos y el intercambio del país con el mundo, en especial con EE.UU., en una primera etapa que transcurre a lo largo de los años cincuenta y en una segunda que transcurre a lo largo de los años sesenta lo hace con Europa. Para concretarlo, Laserna toma como punto de partida las conexiones que había conseguido establecer durante sus estudios universitarios en Columbia, Nueva York. Más adelante, las que establece durante sus estudios de postgrado en Heildelberg y Berlín en los años sesenta.

Mario formó un amplio y heterogéneo círculo social y académico que perduró a lo largo de su vida y que puso al servicio de los Andes. Estaba integrado por el tipo de gente con capital social, político o económico que le interesaba (inteligentes o talentosos en cualquier campo, ricos, poderosos, famosos, prestigiosos o aristócratas), o que eran atraídos por su inteligencia, simpatía y excentricidad. Mario mezcló habilidades sociales, energía, curiosidad, imaginación y audacia para alcanzar unas metas para la Universidad, que “jamás fueron económicas”, porque su mayor activo fueron sus amigos y su amplia red académica internacional.

Así fue como pudo conformar la célebre Junta Consultiva Internacional, que funcionó como un consejo asesor para la Universidad de los Andes y como un puente para conectarla con el mundo. En Princeton, hacia 1950, se encontraron Dana Munro, John von Neumann, Whitney Oates, Oskar Morgenster, Samuel Wilkes Marston Morse, Salomon Lefschetz, Albert Einstein y Mario Laserna. A ellos se unirían después Jacques Maritain, Dietrich von Hildebrand, T. Wilder y otras luminarias que de manera simultánea apoyaban el proyecto brindando ayuda económica o académica sin tener que pertenecer a esa Junta. Los casos más representativos fueron los de la acaudalada filántropa Ivy Marshall y el presidente de la Universidad de Illinois, George Stoddar.

El contacto con científicos extranjeros de renombre le permitió a Los Andes recibir apoyo para que un proyecto en pañales creciera y aumentara su fortaleza y legitimidad, convirtiendo la Universidad en la institución educativa más internacionalizada del país. Así mismo, abrió la puerta para que Laserna pudiera llevar a cabo su plan de vincular profesores extranjeros de alto nivel académico y científico que apoyarán no solo la docencia sino la investigación. Una iniciativa que resultó tan relevante como fundar Los Andes.

Mario Laserna observaba que la universidad pública colombiana, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, cometió el grave error de desaprovechar la posibilidad de traer profesores y científicos extranjeros a Colombia, lucrándose del exilio masivo que provocó la guerra. La universidad oficial dilapido esa oportunidad para fertilizar la anquilosada y cerrada actividad académica colombiana. Al país, por ejemplo, no llegaron profesores y científicos en capacidad de explicar los avances de la la física nuclear, la medicina quirúrgica, la economía y los demás adelantos científicos modernos desarrollados durante la guerra y la segunda postguerra.

En su plan para dotar a Los Andes con profesores que vinieran del extranjero, Mario Laserna no buscaba a los grandes académicos porque era muy costoso y difícil traerlos, pero sí consiguió convencer a algunos profesores de las nuevas generaciones para física, química, biología y matemáticas, que crearon las bases académicas de la transformación de la universidad colombiana.

Las dificultades que perduraban en la posguerra durante la reconstrucción de Europa dieron a Los Andes la oportunidad de traer profesores calificados y con experiencia en múltiples disciplinas. Para los departamentos de física, matemáticas, química, biología e inglés llegaron a Bogotá docentes norteamericanos, alemanes, japoneses, chinos, libaneses y europeos. La mayoría había migrado desde Alemania, Suiza, Francia, Irlanda, Unión Soviética, España y Hungría, con experiencia docente y, en varios casos, con publicaciones en revistas científicas internacionales de primer nivel.

Los profesores llegaban solo contra pago de los gastos de viaje y hasta sin contrato firmado. Cuando desembarcaban en Bogotá eran instalados en las casitas dispersas ubicadas en los predios de la antigua cárcel de mujeres, donde se iba conformando el campus. Parte de este grupo de grandes mentes lo integraban entre 1949 y los años sesenta, los intelectuales húngaros John Horvát, Ferenc Vajta y Péter Áldor; el matemático japonés Hiroshi Uehara; los estadounidenses Elizabeth Grose, Albert McAharon, Virginia Wells, Mary West, June Romery y los esposos Hunter; el artista plástico español Antonio Roda; los austríacos Leopoldo Rother –arquitecto y urbanista– y Reichel Dolmatoff –antropólogo y arqueólogo–; el economista canadiense Lauchlin Currie; los alemanes Verger Voesendorf, Antonio María Bergmann –filósofo e historiador del arte– y Rudolf Hommes; el matemático Henry Yerly, quien para el momento en que se vinculó a la Universidad ya tenía un tiempo radicado en Colombia, pero hizo parte del plan de Laserna para apoyar la enseñanza de las matemáticas.

Una preocupación constante de Mario, por un atavismo que tenía desde joven, fue la necesidad de mejorar la docencia de las matemáticas en las universidades, ante los altos índices de fracaso estudiantil. También, para incentivar el talento matemático captando gente del país y particularmente estudiantes talentosos de todas las carreras, pero especialmente de ingeniería, para enviarlos a buenos programas de postgrado en el extranjero, logrado lo cual, se podían convertir en investigadores y profesores universitarios en Colombia.

Otras luminarias que resultaron de gran ayuda para Los Andes fueron Franz von Hildebrand, quien ejerció labores docentes y administrativas, y su esposa, Alice von Hildebrand. Ambos permanecieron hasta 1962, él como secretario general de la Universidad, decano residente y docente, y ella como profesora de inglés. Su residencia en casas ubicadas en el campus de la Universidad –primero Facultad de Ingeniería y después Facultad de Derecho- los convirtieron en un emblema de la institución debido al círculo intelectual y a la animada vida cultural que se desarrolló en torno a su casa, alrededor del estudio y la apreciación musical. Varios de sus descendientes han permanecido como estudiantes, profesores o empleados de Los Andes, entre quienes se destacan su hijo Martín y su nieto Julián Patricio.

Con respecto a la apertura de la Universidad de los Andes a las mujeres, durante su Rectoría (1953), a Mario no le faltaron las presiones de sus combativas parientes para que abriera Los Andes a las mujeres. Habitualmente metódico, desde 1952 Mario (en ese momento vicerrector de la Rectoría de Eduardo Zuleta Ángel) preparó el terreno para recibir alumnas, abriendo primero el programa de cursos de extensión cultural, estudios básicos en artes y humanidades, al que ingresaron muchas jóvenes.

Aquí Laserna pareció usar una especie de modelo preuniversitario, y gracias al éxito obtenido, con apoyo del Consejo Directivo, luego de consultar a egresadas de los cursos de extensión, oficializó la apertura de la “Sección Femenina” en 1953, cuya dirección se encargó a Elvira Restrepo de Durana. Desde la Sección Femenina algunas estudiantes migrarían más adelante hacia las carreras de Artes y Filosofía.

Con el inicio de actividades de la Sección Femenina a principios de 1954, se ofrecieron cerca de treinta cursos en tres áreas: Ciencias cuyo departamento estaba a cargo de la bacterióloga de Columbia University, Elizabeth Grose; Letras y Ciencias Sociales, a cargo de la licenciada en Letras de la Universidad de Madrid María Victoria de Sansegundo; y en Artes a cargo de la artista Hena Rodríguez. Se otorgaron certificados de estudio a quienes cursaban dos años y diploma en artes, ciencias o letras a quienes completaban tres años. Correspondió a su sucesor en la rectoría, Lleras Camargo, abrir todos los programas de Los Andes a la mujer, muy consecuente con la reforma educativa de la Revolución en Marcha que abrió la Universidad Nacional a las mujeres en los años treinta.

Esto, a su vez, coincidía en 1954, con la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla, con un reconocimiento del derecho al voto de la mujer en Colombia, con Mario como rector saliente y con el expresidente Alberto Lleras como nuevo rector de Los Andes. Durante su desempeño como vicerrector y rector, Mario no solo se dedicó a crear la constelación de académicos al servicio de Los Andes, sino a preparar el ingreso de las mujeres a los programas formales de estudio. Casualmente, cuando salían graduados los primeros estudiantes llegaban las primeras alumnas. No sin dificultades y muchas tareas pendientes, Mario Laserna y todo su grupo de apoyo nacional y extranjero, había logrado su cometido de crear una universidad humanista al estilo anglosajón, (“ingenieros que también estudiaban a Platón”), muy internacional y lista para diseminar su modelo de universidad en el país, tal como lo propició su nombramiento en 1958, como rector de la Universidad Nacional de Colombia.

Péter Áldor, “La Universidad de los Andes” (caricatura), en: El Tiempo, Suplemento Literario, Bogota, 24 de abril de 1949. Áldor vivía en Bogota donde conoció a Mario Laserna. En una conversación casual le dijo, para su sorpresa, que era primo hermano del famoso científico John von Neumann a quien ya había conocido en New York.

Mario Laserna, fundador de la Universidad de los Andes

Péter Áldor, ingeniero húngaro radicado en Bogotá, que se vincula a El Tiempo como caricaturista, por casualidad le menciona a Mario Laserna que es primo hermano de John von Neumann. Se establece una relación que conducirá a vincularlo como profesor de la Universidad de los Andes y a forjar una gran amistad con Mario. Áldor reúne en esta caricatura al primer cuerpo directivo de la Universidad sobre una carabela cuya bandera es el escudo inicial de Los Andes.

En la torre de observación está Gustavo Santos, en el timón Roberto Franco y Mario Laserna, en la escalera Hernán Echavarría Olózaga, sosteniendo el ancla Jorge Gaitán Cortés, en el mástil Fernando Salazar, en la proa José María Chavez y en las escotillas Miguel Posada y Manuel José Casas.

Constelación de Mario

Palabras de
Mario Laserna
en 2023

La razón de ser de Uniandes

La Universidad de los Andes fue propuesta como una solución a los problemas que Mario Laserna observaba en la educación superior de Colombia, Esta propone la formación de dirigentes, científicos o agentes que impulsen el avance del país. Dichos propósitos serían desarrollados poco a poco, pues había muchos capitanes de industria, pero pocos dirigentes con capacidad de convocar y orientar los diferentes sectores de la nación.

Firmantes del acta Uniandes

Artículo periodico El Siglo, 25 de abril 1949

El Siglo, Bogotá, 25 de abril de 1949.

Conmemoración de la fundación de Uniandes.
El legado de Mario Laserna Pinzón

Acerca de la Universidad de los Andes, 50 años después de su fundación

Después de observar si su idea de Universidad, al cumplir cincuenta años en operación, había dado los resultados esperados, Mario Laserna dijo acerca de Uniandes:

"Yo creo que lo más interesante que ha hecho –la Universidad- es haber creado conciencia en el país de que hay unos avances tecnológicos, unos avances científicos, que son los que transforman el mundo. [Sobre] (…) la física atómica, la física nuclear, que termina para fines bélicos en la bomba atómica (...) aquí éramos absolutamente ignorantes (…). Lo que hizo la Universidad de los Andes fue tratar de cerrar la brecha que había frente a los avances que se habían logrado hasta después de la segunda guerra, y de los cuales Colombia no se había dado por notificada. La prueba es que, a pesar de que se hablaba mucho de que el país estaba muy atrasado, a la clase dirigente universitaria de Colombia no se le ocurrió traer un sólo científico de los que quedaron en Europa sin empleo después de la segunda guerra (...).

(...) En parte no lo hacían porque había un interés de la izquierda por demostrar que el retraso se debía a la estructura económica colombiana... Mientras tanto a Estados Unidos sí llegaron profesores europeos de posguerra. En Estados Unidos le permiten al individuo que desarrolle sus capacidades económicas, que formen grandes fortunas gracias a la codicia individual, y como esa gente algún día desaparece, su gran creación económica se convierte a través de las instituciones norteamericanas, en servicio público. De ahí nacen las grandes fundaciones, los museos... y todo lo que hoy enriquece la vida cultural de los Estados Unidos. En parte la creación de la Universidad era un llamado a las clases dirigentes para buscar colocar esfuerzos y dinero en una entidad educativa que no fuera del Estado.

(…) La pregunta que me hizo Einstein¹ cuando le fui a pedir ayuda para la creación de la Universidad fue: ¿Y si ya existen universidades por qué más bien no se trabaja con ellas? Entonces le dije que porque la universidad privada agrega competencia que sirve para mejorar las del Estado y las de la Iglesia. Y le di un argumento que para él fue contundente: ‘profesor me parece que si en Alemania, cuando subieron los nazis, las universidades no hubieran sido universidades oficiales, no se hubiera podido hacer tanto la persecución contra los judíos habría habido más resistencia. Pero en una universidad en que todos son parte de la nómina oficial, la orden es más fácil de cumplir’.

(...) Einstein me preguntó que cómo evitaría que la política se apoderara de la Universidad, le expliqué, y él me hizo esta observación: ´la mosca que no quiere que le den con el matamoscas se para sobre el mango del matamoscas´. Yo argumentaba que se necesitaban centros importantes que estuvieran por encima de la confrontación de los partidos... Entre otras cosas mi argumento lo había visto yo durante la segunda guerra, que en mi opinión la ganan los Estados Unidos gracias a su sistema universitario, porque en las universidades donde se hicieron las grandes investigaciones de tipo militar y científico que llevan a ganar la guerra, no eran del gobierno".²

¹Sobre su relación con Einstein, Laserna sostuvo que él colaboró con la Universidad después de fundada, y lo hizo sabiendo que Laserna no le pedía colaboración para la parte científica, sino para darle gran publicidad porque él era la figura científica más conocida en ese entonces: ´Él supo que yo lo utilizaba y estaba de acuerdo´.

²Entrevista de Luz María Sierra a Mario Laserna Pinzón, Bogotá, noviembre 18 de 1998.

Mujeres de avanzada en
la vida de Mario
y de Los Andes

La sólida red masculina conformada por los 52 firmantes que acompañaron a Mario Laserna en la protocolización del Acta de Fundación de la Universidad de los Andes y los 24 integrantes de la Junta Consultiva Internacional han opacado el apoyo que numerosas mujeres le brindaron tanto a él como a la Universidad. Algunas de ellas introdujeron a Mario a un entorno cultural que abrió su mente, otras ofrecieron fondos para becar estudiantes o trabajaron para adecuar las casas y “adoptar” a los profesores extranjeros que enseñarían en Los Andes, otras más ayudaron a establecer relaciones con universidades extranjeras para obtener los recursos académicos de que carecía la nueva universidad. Eran mujeres cosmopolitas con una mente liberal, dispuestas a ofrecer su tiempo, su capital y su experiencia para respaldar a Mario. “Esas mujeres dieron la vida por la Universidad”, reconoció el fundador.

Su madre, su tía, sus hermanas y su esposa, así como las madres, hermanas y esposas de sus amigos, además de las donantes, profesoras y egresadas de Los Andes forman una larga lista. Aquí se ofrece una muestra representativa, conformada por 15 de estas mujeres, que intervinieron en la vida de Mario y en su proyecto educativo.

Helena Pinzón Castilla

Helena Pinzón Castilla (1884, Vélez - 1971, Bogotá), nieta del jurista, educador y diplomático santandereano Cerbeleón Pinzón Flórez e hija del ingeniero Paulo Pinzón Ruiz y Sofía Castilla López, se casó con Francisco Laserna Bravo en 1908. Madre de 5 varones -uno de ellos, Mario- y 2 mujeres, participó como vicepresidenta (1929) en el Centro Femenil de Acción Social Cristiana para el “mejoramiento moral y material” de las mujeres Colombianas.¹ En febrero de 1930 viajó con su familia a Nueva York para establecerse allí;² fue elegida vicepresidenta y luego presidenta del Comité de Damas Pro-Cruz Roja colombiana.³ En 1933 asistió al grado de su hijo mayor, Francisco, como ingeniero geólogo del Massachusetts Institute of Technology (MIT).⁴ Volvió a residir en Colombia en abril de 1934 y al año siguiente regresó a Nueva York para asistir al grado de sus hijos Alfonso, ingeniero mecánico, y Guillermo, ingeniero electricista, ambos del Rensselaer Polytechnic Institute (RPI).⁵

1.“Centro Femenil Colombiano de Acción Social Cristiana”, El Tiempo, 25 de mayo de 1929, pp. 1 y 5.

2. https://www.familysearch.org/tree/person/about/GXKK-S8S (Consultado 21 de noviembre de 2022).

3. “Colombianos en Nueva York”, El Tiempo, 17 de noviembre de 1932, p. 13.

4. “El lucimiento de un grado”, El Tiempo, 21 de junio de 1933, p. 9.

5. “Colombianos en Nueva York”, El Tiempo, 5 de julio de 1935, p. 9.

Isabel Pinzón Castilla

Isabel Pinzón Castilla (1892, Guateque – 1972, Bogotá), hija del ingeniero Paulo Pinzón Ruiz y Sofía Castilla López, tía de Mario, estudió becada en la Universidad de Columbia, Nueva York.⁶ Cantante, pianista, escritora⁷ con seudónimo “Isabel de Monserrate”;⁸ publicó además artículos en periódicos de Colombia, Estados Unidos, Chile y Argentina.⁹ Luego de una intervención suya en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, se le permitió asistir a un curso allí. En 1928 envió un memorial al Congreso en el cual ofrecía su apoyo al proyecto de ley Fernández de Soto sobre los derechos de la mujer,¹⁰ que buscaba una reforma a la educación femenina y su acceso a la universidad, entre otros asuntos. Se casó en diciembre de ese mismo año con el diplomático Jorge Carreño Mallarino,¹¹ a quien acompañó en sus viajes como cónsul y embajador en Japón y EEUU. En su testamento donó a la Universidad de los Andes una casa, dinero para una beca, un cuadro y un busto con su imagen; a su sobrino Mario le legó su obra intelectual en tres tomos “La mujer a través de la historia” aún sin publicar por Los Andes como era su deseo.¹²6.“Fights for Co-Eds”, Nashua Telegraph, Tuesday, September 18, 1928, p. 9.

7.Pinzón Castilla, Isabel (1929). Hados. San Francisco, Ca: Editorial Hispano-América.

8.Otero Muñoz, Gustavo (1958). Seudónimos de escritores colombianos. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo.

9.Un ejemplo es el agudo artículo “El concepto clásico de ‘incapacidad’ femenina” publicado en El Tiempo, el 18 de junio de 1928, p. 2; o la entrevista que dio al mismo diario titulada “La igualdad jurídica y política de la mujer” y publicada el 2 de junio de 1928.

10."Los derechos de la mujer", El Tiempo, 25 de mayo de 1928, p. 3.

11.“En viaje de bodas”, El Tiempo, 19 de diciembre de 1928, p. 11.

12.Testamento de Isabel Pinzón v. de Carreño. AGN. Notaría Tercera de Bogotá. Escritura No. 4534 del 30 de agosto de 1971.

Elena Laserna Pinzón

Elena Laserna Pinzón (1910, Bogotá – 1943, Bogotá), a quien llamaban Elenita para distinguirla de su mamá, era hermana de Mario, trece años mayor. Se encontraba en París cuando él nació. Gran viajera por Europa y América; aprendió varios idiomas y a sus quince años tradujo del francés El Pilluelo de Émile Deschamps¹³ y del inglés El Profeta de Khalil Gibrán. Realizó estudios universitarios en EEUU. Publicó otras traducciones y artículos en periódicos nacionales y extranjeros.¹⁴ En 1929 trabajó como secretaria en el Centro Femenil de Acción Social Cristiana¹⁵ y como presidente de la junta organizadora en beneficio de los niños desamparados de Bogotá y los huérfanos y ciegos de los leprosorios.¹⁶ Fue miembro del Centro Literario Rafael Pombo, fundado en Bogotá en 1928, y su presidenta a partir de 1935.¹⁷ Las veladas incluían literatura, teatro, conciertos y conferencias; a ellas asistían escritores, historiadores, músicos, diplomáticos, políticos y otras personalidades. Elenita ocasionalmente llevaba a Mario allí. En 1937 se casó con Arturo Aparicio Jaramillo;¹⁸ de este matrimonio nacieron Luis Francisco, Lucía y Frnando. Falleció a los 33 años de edad.

13. https://claudia-navas-82c2ca.tfsbox.com/Biographie-d-Elena-Laserna-Pinz%C3%B3n.html (Consultado 26 de septiembre de 2023).

14. “Centro Femenil Colombiano de Acción Social Cristiana”, El Tiempo, 25 de mayo de 1929, pp. 1 y 5.

15. “Elena Laserna de Aparicio, escritora y amiga”, El Tiempo, 13 de octubre de 1943, p. 5.

16. “La junta organizadora en pro de los ciegos de Agua de Dios y el obsequio de la Policía”, El Tiempo, 27 de diciembre de 1929, p. 11.

17. “Sesión solemne del Centro Literario Rafael Pombo”, El Tiempo, 28 de noviembre de 1935, p. 16.

18. “El matrimonio de hoy”, El Tiempo, 23 de octubre de 1937, p. 15.

Liliana Jaramillo de Laserna

Liliana Jaramillo de Laserna (1933, Manizales – 2017, Ibagué), sexta entre las nueve hijas y un hijo del médico Ricardo Jaramillo Arango y Lucía Jaramillo Arango, estudió interna desde los 5 años en La Presentación. De allí salió en 1948 para casarse con Mario cuando tenía 15 años, el mismo año de la fundación de la Universidad de los Andes. Sus familias se conocían desde hacía mucho pues, entre otras cosas, la tía de Liliana había sido la primera esposa del papá de Mario. A pesar de su juventud Liliana resultó una buena compañera y madre -complaciente al requerimiento de su esposo por el silencio, excelente lectora, de buen criterio en la elección de los internados a los que irían sus cuatro hijas e hijo, responsable en la crianza y educación de estos, hábil en el manejo de los negocios y sociedades agrícolas y comerciales según los libros de contabilidad-. Acompañó a su esposo durante sus estudios en Princeton, Berlín y Heidelberg -donde aprendió alemán. También tomó cursos en la Sección Femenina de Los Andes-. Además, fue eficiente colaboradora en la embajada en Francia comunicándose en francés -aprendido en el colegio-; adaptándose a cada nuevo lugar; renunciando en ocasiones a sus hermanas y demás familiares, a sus amigos y a su proyecto de educar niños de escasos recursos en el colegio mixto San Pablo.¹⁹ Después de concluir el periodo en la embajada de Francia, su matrimonio terminó. Liliana tenía entonces 47 años; una gran cultura proporcionada por sus experiencias de vida, viajes y lecturas; carácter para opinar y ejecutar sin reclamar el crédito del éxito. Entonces conoció a José Luis Sierra Callejas, miembro fundador de la Universidad El Bosque, con una larga experiencia profesional y académica como médico en Alemania. Se casó con él y vivió complacida durante 15 años, hasta cuando él murió.

19. https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/07-2017-liliana-jaramillo-de-laserna (Consultado 18 de septiembre de 2023).

Marta Obregón Andreu

Marta Obregón Andreu (1923, Barcelona – 2019, Barcelona), hija del agregado cultural de Colombia en la embajada en España, Mauricio Obregón Arjona, y la española Madronita Andreu Miralles,²⁰ fue gran amiga de Mario, oyente atenta del proyecto universitario que él explicaba desde cuando era estudiante universitario en Estados Unidos. Junto con sus hermanos Mauricio y María fue donante de la Universidad de los Andes. Se casó con Javier Villavecchia Delás con quien creó Gatopardo Ediciones, una editorial catalana independiente para difundir obras de la literatura universal que no hubiesen sido publicadas en español.²¹ Descritos como cálidos, generosos y cultos, fueron cercanos a los escritores latinoamericanos.²² Tuvieron dos hijos, Max y Mauricio también muy cercanos a la familia de Mario.

20. Descendants of Alonso de Obregon. https://genealogias.files.wordpress.com (Consultado octubre 2 de 2023).

21. Álvarez-Maylín, Carlota & Rodríguez Pizano, Isabel. Semblanza de Gatopardo Ediciones. EDI-RED.

22. Donoso, José (1999). Historia personal del "boom". Madrid: Grupo Santillana.

Matilde Holguín de Franco

Matilde Holguín de Franco (1894, Bogotá – 1975, Bogotá), hija del expresidente de Colombia Jorge Holguín Mallarino y Cecilia Arboleda Mosquera; se casó en 1916 con el prominente médico Roberto Franco. ²³ Tuvo cinco hijos, entre ellos Jorge y Roberto, quienes junto con su padre firmaron el Acta de Fundación de la Universidad de los Andes. Convencida del proyecto planteado por el hijo menor de su gran amiga Helena Pinzón de Laserna, Mario, persuadió a su septuagenario marido de aceptar ser el primer rector de Uniandes. Logró con ello generar confianza en la nueva institución educativa y atraer colaboración de otras personalidades nacionales para el proyecto; también aportó económicamente a Los Andes. Mario, en su libro Bolívar. Un euro americano frente a la ilustración (1986), escribió la dedicatoria: “A la memoria de Matilde Holguín de Franco, homenaje a su generosa amistad y a su sonriente valor ante los riesgos y los problemas de la vida”.

23. “Bodas de plata”, El Tiempo, 27 de febrero de 1941.

Gloria Valencia de Castaño

Gloria Valencia de Castaño (1927, Ibagué – 2011, Bogotá), tenía una bella voz e integró el Conservatorio de Ibagué. A los 12 años fue enviada a estudiar interna al Liceo Nacional Femenino en Bogotá. ²⁴ Trabajó luego en el Archivo de la Policía Nacional, donde conoció a quien se convertiría en su esposo en 1947, el abogado Álvaro Castaño Castillo, escribano del proyecto de la Universidad. A través de él se convirtió en amiga de Mario. Cuando en 1950 fundó con Álvaro la HJCK -primera emisora cultural en Colombia promovida por particulares-, asumió como presentadora, entrevistadora y periodista. ²⁵ A través de esta difundió muchas de las actividades de Los Andes; universidad en la que se graduó de Humanidades en 1957. La ‘Primera dama de la televisión colombiana’ fue una evidente ambientalista con su programa Naturalia.

24. Melissa Serrato Ramírez. “Gloria Valencia de Castaño, la historia de la primera dama de la televisión colombiana”, Revista Diners, Bogotá, marzo de 2022.

25. Recuperado de https://www.caracoltv.com/especiales-caracol/capitulos/especiales-caracol-presenta-alvaro-castano-para-la-inmensa-mayoria (Consultado abril 24, 2023).

Evelyn Isabella Marshall Suárez

Evelyn Isabella Marshall Suárez (1889, Londres – 1979, Nueva York), hija del empresario y filántropo Charles H. Marshall y Josephine Mozier Banks, se casó en 1915 con Marshall Field III, fundador del periódico Chicago Sun. Se divorció en 1930. Siete años después se casó con el arquitecto paisajista bogotano Diego Suárez Costa, consejero de la delegación colombiana ante las Naciones Unidas. ²⁶ Además de ser mediadora de Mario ante la Universidad de Illinois para que esta institución permitiera a los estudiantes de Los Andes finalizar allí sus carreras, creó un fondo para ayudar financieramente a los primeros grupos que viajaron. ²⁷ En 1953, recibió la Cruz de Boyacá por esta contribución. ²⁸

26.The Times. “Evelyn M. Suarez, 91, Sought Improvements in U.S. Maternity Care. December 6, 1979, Section D, Page 23.

27.Acta Consejo Directivo, 28 de noviembre de 1951.

28.El Tiempo. “Condecorada con la Cruz de Boyacá la señora Evelyn Marshall”. 1 de diciembre de 1953, p. 8.

Deirdre ‘Gigi’ Mulcahy von Hildebrand

Deirdre ‘Gigi’ Mulcahy von Hildebrand (1919, Irlanda – Sin dato), nuera del profesor de filosofía de la Universidad de Fordham Dietrich von Hildebrand, a quien Mario conoció mientras estudiaba en Columbia, llegó a vivir con sus cuatro hijos -Francisco, Martín, Catalina y Andrés- en los predios de Los Andes en 1949 acompañando a su esposo Franz von Hildebrand -Decano Residente, secretario general, secretario del Consejo Directivo, profesor de música, humanidades e idiomas-. Ese año, en agosto, nació su quinto hijo y vendrían tres más -María Teresa, Claudia, Alejandro y Julián-. Gigi, B.A. de la Universidad Nacional de Irlanda, fue profesora de inglés y de literatura inglesa en la Universidad, apoyó las actividades administrativas; además, desarrolló la tradición del té de las cinco para profesores y amigos en su casa mientras se escuchaba música selecta. La familia se marchó de Colombia en 1962 y regresó en 1974. ²⁹

29. Biografía elaborada con base en Molina Londoño, Luis Fernando. Los Hildebrand en primera persona: la Guerra y los Andes. Franz y Gigi. Nota Uniandina.

Hena Rodríguez Parra

Elizabeth Grose (doctora en Microbiología de la Universidad de Columbia, lugar en donde conoció a Mario Laserna. Fundadora de la Escuela de Bacteriología, trabajó con la Universidad por 44 años). Foto: Historia de la U. de los Andes. Tomo III, p. 135, donde se ve joven.

Hena Rodríguez Parra (1915, Bogotá –1997, Bogotá) a sus quince años empezó a estudiar pintura y escultura en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá donde contó con profesores de reconocida trayectoria. Una de las pocas mujeres que contravenía los preceptos de la sociedad criolla y única mujer que hizo parte del movimiento “Bachué” que abogaba por crear un arte americano y una literatura propia, durante los años 30, desarrolló una serie de bustos de personajes populares, colaboró con los trabajos de la fachada de la Catedral Primada de Bogotá y elaboró el busto de Jorge Eliécer Gaitán. Primera mujer becada (1935) para estudiar artes en el exterior, se educó en París en escultura, dibujo y pintura. Regresó a Colombia y en 1944 la nombraron profesora de la Universidad Nacional. Fue premiada en distintos eventos en los que presentó sus obras, destacándose en escultura en madera. ³⁰ Como primera decana de la Escuela de Bellas Artes de Los Andes dictó clases en la Sección Femenina creada por Mario. En 1968 le hizo un retrato en carboncillo y sanguina sobre papel, conmemorativo de los 20 años de Los Andes. ³¹

30. https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Hena_Rodr%C3%ADguez_Parra (Consultado octubre 6 de 2023).

31. Herrera Wassilowsky, Alexander (2019). Las colecciones de arte en la Universidad de los Andes. Bogotá: Universidad de los Andes, Ediciones Uniandes.

Elizabeth Grose

Elizabeth Grose (1916, Virginia, EE.UU. – 1997, Bogotá), bióloga de la Universidad de Carolina del Sur (1937) con maestría en Microbiología de la Universidad de Virginia (1939) y doctorado en Microbiología de la Universidad de Columbia (1948). Realizó investigación científica en EEUU. y Alemania antes de llegar a Colombia. Como oficial del servicio médico y jefe de bacteriología del Instituto de Asuntos Interamericanos colaboró en el Ministerio de Salud de Colombia. Regresó a EEUU. para trabajar con el Departamento de Salud de Nueva York y volvió a Colombia en 1951 para coordinador y dirigir los laboratorios del Instituto Colombiano de Seguros Sociales y enseñar en las Universidades Nacional y Javeriana. Se vinculó a Los Andes en 1953 como asistente de la Decanatura de la Facultad de Artes y Ciencias, pero casi de inmediato asumió como jefe del Departamento de Ciencias Biológicas. ³² Le solicitaron dictar biología general a un grupo de estudiantes de ingeniería del programa 3-2, que necesitaba este curso para ingresar a la universidad de Estados Unidos con la que se tenía convenio, así que permaneció en la docencia mientras realizaba investigación. ³³ En Los Andes fundó la Escuela de Bacteriología, fue su directora y jefe del Departamento de Microbiología. Estuvo vinculada a la Universidad por 44 años. En 1996, la Universidad la nombró profesora emérita. El nexo con Mario lo estableció en la Universidad de Columbia.

32. https://uniandes.edu.co/es/noticias/profesora-elizabeth-grose (Consultado 6 de octubre de 2023).

33. Arango, Daniel (1998). Los 10 primeros años de la Universidad de los Andes. Bogotá: Ediciones Uniandes.

Emperatriz Rivera de Fernández

Emperatriz Rivera de Fernández (Quito - Bogotá), hija del artista y periodista caucano Peregrino Rivera Arce y la ecuatoriana Adela Galarza, ³⁴ nació en Quito. Llegó a Colombia en 1940. Mario conocía a su esposo y en 1952 la llamó a la Universidad para que copiara en máquina los originales de un libro de Física; después de ver su trabajo le dijo que se quedara. Por 44 años se desempeñó como secretaria del rector de la Universidad ³⁵ -de Zuleta Ángel a Infante Villareal-; también del vicerrector y del secretario general en los primeros años de Los Andes. Se caracterizaba por su inteligencia, prudencia y cultura, convirtiéndose en el modelo a seguir en tal cargo. ³⁶ Hizo parte de la junta directiva del Fondo de Profesores y Empleados de la Universidad (1972-1973) y de la elaboración del informe de investigación entregado a la C.A.R. sobre el “Estudio de la Zona Oriental de Bogotá y el área contigua de influencia". ³⁷

34. Vanegas Carrasco, Carolina. Memorias de un Peregrino. Vida y obra del artista y combatiente liberal Peregrino Rivera Arce (1877-1940). Historia y Sociedad, No. 14, Medellín, Colombia, junio de 2008.

35. Boletín Universidad de los Andes, No. 50, marzo de 1981.

36. Arango, Daniel (1998). Los primeros 10 años de la Universidad de los Andes. Bogotá: Ediciones Uniandes.

37. Boletín Universidad de los Andes, No. 30, abril de 1973.

Gloria Zea Soto

Gloria Zea Soto (1935, Bogotá – 2019, Bogotá), hija del abogado y diplomático Germán Zea Hernández y de Carlota Soto, bachiller del Gimnasio Femenino, fue una de las primeras estudiantes de la Sección Femenina en Los Andes creada por Mario; estudió Filosofía y Letras. En 1955, se casó con el pintor Fernando Botero, con quien tuvo tres hijos. Fue coordinadora del Departamento de Humanidades (1959) y decana de la Facultad de Artes y Ciencias (1983) de la Universidad. Después de su separación de Botero, viajó a Nueva York y en 1967 se convirtió en la directora de la Fundación Universidad de los Andes. Cumplió su objetivo de contribuir al fortalecimiento de proyectos estratégicos de la Universidad: obtuvo significativos recursos para Los Andes; ayudó en 1968 en la consecución del moderno computador 1130 IBM ³⁸ y de los laboratorios de lenguas en 1969. ³⁹ Al regresar a Colombia en este año, Marta Traba la delegó directora del Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo), cuando este estaba ubicado en la Universidad Nacional. Lo sacó de allí para evitar que las obras fueran dañadas durante los enfrentamientos de los estudiantes con la policía. Lo movió al Edificio Bavaria, al Planetario y, finalmente, al lugar que ocupa hoy en la calle 24 con sexta. Asumió el reto de hacerlo viable durante 47 años. También fue directora de Colcultura (1974-1982), fundó el Museo Santa Clara (1983), estuvo al frente de la restauración del Museo Nacional, el Teatro Colón, El Camarín del Carmen, la Biblioteca Nacional y el Museo de Arte Colonial de Bogotá. ⁴⁰

38. https://uniandes.edu.co/es/noticias/obituarios/su-gestion-cultural-un-legado-para-el-futuro (consultado 9 de octubre de 2023).

39. Boletín Universidad de los Andes, No. 12, marzo de 1970.

40. https://facartes.uniandes.edu.co/institucional/la-universidad-de-los-andes-lamenta-el-fallecimiento-de-gloria-zea/ (Consultado 9 de octubre de 2923).

Ana María González de Zuleta

Ana María González de Zuleta (Estocolmo, 1936 – Sin dato), hija del diplomático Alberto González Fernández y de Ana Carreño Mallarino -cuñada de una tía de Mario- ⁴¹ bachiller del Colegio Sagrado Corazón, proveniente de una familia de mente liberal, fue una de las primeras mujeres en ingresar a estudiar Filosofía y Letras en Los Andes. Cursó ocho semestres y presentó una tesina para obtener su grado en 1957. Al año siguiente se casó con Hernando Zuleta Holguín, sobrino del exrector Eduardo Zuleta Ángel, hijo de Alberto Zuleta Ángel y quien ejercería posteriormente como gobernador de Cundinamarca. Por ese entonces empezó a dar clases en el Isdal (institución que antecedió a la Universidad de la Sabana) y en los colegios Sagrado Corazón y Refous. Tuvo seis hijos. ⁴²

41. Intermedio. Misa de réquiem. 14 de mayo de 1957, p. 1.

42. Biografía basada en Serrano Zalamea, Mariana (2018). Tres mujeres: Teresa Cuéllar de Montaña, Ana María González de Zuleta y Beatriz Moreno de Andrade. En: Serrano Zalamea, Mariana & Paredes Castro, Julio (Eds.) Quienes también han dejado huella. 29 perfiles. Bogotá: Ediciones Uniandes, pp. 238-244.

Leonor Sáenz Camacho

Leonor Sáenz Camacho (Sin dato – 2017 Bogotá ). Hija de Camilo Sáenz Obregón y Carmen Camacho Reyes. Estaba emparentada con Mario Laserna por la línea Pinzón. Fue la primera colombiana en graduarse de Radcliffe College, fue parte de los integrantes de esta familia que contribuyó al a que la Universidad de los Andes se consolidara luego de fundada. Que Leonor fuera egresada de Radcliffe resultaba un ideal para Los Andes. Porque era una universidad de artes liberales para mujeres regida por el modelo del Harvard College y con la reputación de acoger un alumnado femenino intelectual, humanista e independiente ideológicamente. Leonor Sáenz: a que la se enfocó en la primera Biblioteca de Los Andes que abrió en 1949, como un complemento de las labores docentes. Su acervo bibliográfico inicial era de 60 libros, que fueron donaciones de Mario Laserna, Leonor y la Universidad de Columbia, entre otros allegados a la Universidad. En 1950 Leonor es nombrada oficialmente directora de la biblioteca.

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